octubre 24, 2007

Los Mapas (Continuación)

...Esa maldita bolsa, alguna vez un recuerdo plateado no paraba de gritar y de repente salió flotando lentamente con sus ojitos cerrados, me pedía que lo dejara salir y por más que le explicaba no entendía razones, le exigí que me mirara a los ojos y cuando los abrió supe porque era plateado: era un recuerdo nocturno.





Lo confieso: una vez por descuido, alguno que otro recuerdo se salió de su atmósfera protectora sin que yo me diera cuenta y murió; peor aún, alguna vez permití con clara intención de berrinche que salieran directito a la muerte, sin embargo, al ver su cara de agonía y sus temblores como peces fuera del agua, me era imposible fingir demencia y entonces corría como corre un paramédico a dar respiración de boca a boca, arrepentida, enternecida y furiosa, para ellos era una heroína; para mí era una cobarde idiota incapaz de recomenzar. También he de confesar que al principio intenté de todo para mantenerlos con vida, compré una pecera altamente equipada para que nadaran pero ellos no son seres acuáticos, compré cubre bocas y máscaras de oxígeno, pero ese tampoco era el problema, el problema es que ya no pertenecían a este mundo, ya no encajaban en mi presente, y sobre todo, ya no estabas tú.



Imagen: Ira Bordo

0 comentarios: