diciembre 11, 2007

Carta de una maleta con cadáver dentro...


Tú, quienquiera que seas leé esto y búscame:

Antes estaba vacía, no había nada en mi interior hasta que tus manos grandes guiadas por un deseo inapagable de venganza, introdujeron dentro de mí un cuerpo azul, me dejaste en una estación de tren, con su cuerpo comprimido aun caliente, tan rojo y tan morado que la mezcla extraña de materias brutalmente fusionadas formaban un hermoso cielo atestado de eclipses.
¿Sabes que pasó? me descubrieron, alguien atraído por mi inmensa soledad se acercó a mí y se percató del ligero goteo de sangre que en realidad era la señal que denunciaba su muerte. Bastó con tocarme para descubrir que en mi interior estaba ella, la que me imagino tiempo atrás te hizo mucho daño.

¿Te acuerdas de hace cuatro años?

¿De quién era ese cadáver? Si la hubieras tocado, si la hubieras visto, sin pertenencias y sin nombre, adentro de mí, cortada en pedacitos, te hubieras dejado llevar, como muchos lo hicieron por la fascinación de ese cuerpo abismal infinitamente hermoso y maligno, te habrías perdido en su oscuridad, esa de la que creíste que podías huir y por la que preferiste entregarte a un sacrificio de heridas al descubierto. Te aseguro que la culpa le permitiría a tu canibalismo surgir y disfrutarías al destazar con los dientes, no con un arma blanca, los restos de ese cuerpo. Aunque lo único que se necesita es que contribuyas reconociéndola, diciendo su nombre y viniendo por mí.

Me dejaste sola, completamente sola y aterrada en un lugar oscuro y te pido por favor que vengas por mí, que digas su nombre, que cuentes la historia, será la única manera de comprender las razones por las que decidiste acabar con su existencia de esa manera, es importante saber qué fue lo que pasó hace cuatro años, cuanto daño pudo haberte hecho para que tú saciaras tu venganza transformando su cuerpo en una masa deforme y, sobre todo, será la única condición para que su muerte deje de ir a visitarte todos los días, tú la has de mirar recostado, intentando estar a su lado a pesar de que creías que serruchando sus huesos acabarías con un vacío inexplicablemente doloroso al que finalmente, estés donde estés, dudo mucho que hayas logrado poner fin.
Imagen: Jenny Saville

4 comentarios:

Noemí Mejorada dijo...

llegó la sangre...

miedo...

me declaro incompetente...

:(

muy sangriento...

más miedo...

nena, abriste la caja de pandora...

mucho más miedo...

sólo que me imagine el cuerpo...

y se me enchinó la piel...

:)

Good... no podré igualarlo...

:(

besos niña sangre...

guere del terror...

:(

Samantha dijo...

No te hagas piojita mojada, en la medida de lo rosa que eres está la oscuridad que también llevas dentro.

Anímeseeeee, sangreeee¡¡¡¡¡

Vala Sailhin dijo...

Ok, ok, va, ya empezó...quién sigue?

Samantha dijo...

Pues yo voto por que siga la Galactic ¿o qué?

Vamos morras, yo ya lo intenté, siguen ustedes y esto merece un brindis gore, con sangrita, jejeje¡¡¡